El cerebro humano en sus diferentes etapas evolutivas

Cómo va familia?, Vamos a refrescarnos la memoria con esta nota?

LAS 3 ETAPAS EVOLUTIVAS DE NUESTRO CEREBRO
(Tomado de Henri Laborit y Josep Antequera)

Como se puede observar en la diapositiva los "homosapiens-sapiens", disponemos de 3 cerebros superpuestos, que funcionan en conjunto a través de haces nerviosos interconectados por millones de redes. La diapo representa el modelo propuesto por McLean, en el cual la región centrales (en azul), está ocupada por el cerebro más antiguo de ahí su nombre de ARCHICEREBRO, que es el compartimos también con los reptiles y animales marinos, es por eso que se denomina también CEREBRO REPTILIANO. La siguiente capa o sea la capa media (en anaranjado fuerte) la constituye el cerebro PALEOMAMIFERO o SELVÁTICO, que agregó funciones que ya los reptiles no poseen pero que poseen los mamíferos selváticos, es conocido también como CEREBRO LÍMBICO, porque su función está íntimamente ligada al desarrollo y función del sistema límbico. Por último la capa más externa (en anarajando claro) la constituye el CEREBRO HUMANO, o NEOCÓRTEX o NEOCEREBRO o cerebro urbano, que solamente el HOMOSAPIENS SAPIENS, es quién lo ha desarrollado. Cada uno de dichas estructuras o cerebros tiene funciones distintas, utiliza distintas sustancias químicas, pero una extraordinaria red de conexiones puede permitir que funcionen completamente interconectados y al unísono. Henri Laborit, ha desarrollado en profundidad este concepto y extrae del desarrollo de cada una de estas partes sobre las demás, reflejos, actitudes, conductas, reacciones, y pautas conductuales, que es interesante tener en cuenta desde el punto de vista del análisis de los comportamientos de los individuos en su relación con el entorno y con los demás individuos. CEREBRO REPTILIANO o ARCHICEREBRO: (TIENE 200 MILLONES DE AÑOS) de desarrollado. Representado neuroanatómicamente por la formación reticular mesoencefálica, el mesoencéfalo y las estructuras de la base del cerebro. Las funciones de este cerebro antiguo explica conductas humanas y miedos ancestrales.

Ver video sobre “miedos ancestrales” en: http://www.psicoterapiaintegra.com.ar/paradigmaenie.php

Este cerebro primitivo reptiliano permite unos comportamientos estereotipados, programados por aprendizajes ancestrales. Domina ciertos comportamientos primitivos, como el establecimiento y la demarcación del territorio, la caza, el celo, el acoplamiento, el aprendizaje estereotipado de la descendencia, el establecimiento de las jerarquías sociales, la selección de los jefes, la fuga o la lucha, el hambre o la sed. Se trata de un mecanismo que carece de poder de adaptación para el aprendizaje de un comportamiento distinto, en presencia de una situación nueva e inesperada. El desarrollo y perfeccionamiento del hombre se ha construido sobre estos cimientos, (poder de adaptación para el aprendizaje), por lo que resulta importante reconocer y recordar la acción del cerebro reptiliano en el comportamiento humano, para explicarnos como han influído e influyen en el establecimiento y la adopción de ritos ceremoniales, de los prejuicios sociales, de las opiniones políticas, de los conformismos de cada época y por supuesto en la conformación de las leyes que regulan la vida en cada sociedad. Si lo analizamos con profundidad podemos descubrir la influencia de las funciones de nuestro cerebro primitivo en las nociones que sobre propiedad, clase o patria podemos desarrollar y analizar como este funcionamiento automático y ancestral puede ser ignorado o lo que puede ser aún más complejo es que pueda ser manipulado o interpretado como derivado de principios fundamentales, o valores éticos legados a la naturaleza humana, cuando en realidad forman parte de esta función del cerebro más antiguo que poseemos o sea del archicerebro.

CEREBRO MAMÍFERO O AFECTIVO O EMOCIONAL O LIMBICO: La siguiente etapa de la evolución recubrió el cerebro reptiliano, en los mamíferos de un casquete cortical (lóbulo límbico). McLean sugirió el término de sistema límbico para designar el conjunto de las estructuras sub-corticales en estrecha relación con el córtex límbico. Continúa funcionando en el hombre a un nivel instintivo, y sus conexiones estrechas con el hipotálamo muestran que se ve obligado a jugar un papel esencial en las expresiones emocionales, tales como el miedo, la cólera, el amor, la alegría, etc. sentimientos que caracterizan a unas situaciones tanto individuales como de grupo. El sistema límbico cumple un papel importante en la fijación de las sensaciones memorizadas. NEOCORTEX O CEREBRO HUMANO: Finalmente y en una tercera etapa de la evolución, aparece en los mamíferos de mayor evolución un neocortex envolviendo a los otros dos. Su desarrollo es mayor cuando más capaz es la especie de efectuar adaptaciones originales respecto al medio ambiente. La parte más interesante del mencionado neocortex, a saber, la zona anterior asociativa del lóbulo orbito-frontal, caracteriza al cerebro humano. Esta zona asociativa permite la aparición de actividades estereotipadas, y constituye la base funcional de la imaginación creadora de nuevas estructuras funcionales, de actividades nerviosas más complejas, menos dependientes directamente del medio ambiente. El paleo cerebro se vuelve hacia el porvenir empujado por sus experiencias pasadas. El neo encéfalo salta al futuro, apoyándose sobre el pasado, y mirando entonces al presente que sube hacia él: actúa con prospectiva. Imagina el futuro, y trata de conformar el presente a su imaginaria construcción. Formula hipótesis de trabajo y experimenta para tratar de conformarlas. Somos los seres de más alta complejidad, mucho más atrás en el desarrollo evolutivo vienen algunos primates avanzados, los cetáceos y los elefantes. Es entonces nustro NEOENCEFALO O NEOCORTEX el que nos hace verdaderamene humanos porque de los 3 cerebros (arqui, paleo y neo) es el único con capacidad de abstracción, y capaz de asimilar que hay un pasado, que hay un presente y de pensar que hay un futuro, que tendemos a verlos como incierto, porque estamos influídos por estructuras ancestrales especializadas ancestralmente en detectar amenazas. Somos la única especie capaz de conocer y gestionar las emociones, de tener conciencia de nuestros actos y de sentir miedo ante amenazas futuras y pensamos (oh arrogancia humana) que somos los únicos que podemos concebir la muerte y hacernos preguntas como quiénes somos, de dónde venimos y hacia adónde vamos. De acuerdo con la actuales investigaciones neurocientíficas sólo los hombres podemos hacernos preguntas como: ¿qué hay después de la muerte?. Se debe a la complejidad del cerebro del ser humano, que tiene mecanismos neurológicos que nos obligan a creer en que hay algo después de morir. Esto tiene relación con una condición de nuestro cerebro humano: ser narrativos y tender inevitablemente a elaborar historias que justiquen nuestros comportamientos o que respondan respondan hasta aquellas preguntas cuyas respuestas aún no tenemos. Esto explicaría nuestra creencia en el "Más Allá": hemos inventado una historia agradable ante lo desconocido, porque nos hace sentir mejor con nosotros mismos. Existen también actividades de nuestro cerebro que dan explicación a fenómenos como las experiencias místicas o cercanas a la muerte. La estimulación de los lóbulos parietal y temporal son los responsables de que alucinemos o de los viajes astrales, e incluso de que podamos escuchar una voz externa la cual podemos identificar (si somos creyentes) con la voz de Dios. "Son muchos los trastornos relacionados con la percepción personal (somatrofenia, autoscopia, sensación de presencia…) que tienen su raíz en los procesos cerebrales: esto prueba que el poderoso cerebro del ser humano es algo complejísimo que aún tiene enormes territorios que desconocemos. En resumen, el tronco cerebral y sistema límbico (paleocerebro) permiten buscar, orientados por la cualidad agradable o desagradable de las informaciones recibidas, la supervivencia inmediata, o sea la protección de la estructura jerarquizada del organismo. Nosotros no tomamos conciencia de su funcionamiento inconsciente sino a través de de los fenómenos vegetativos que le acompañan: vasoconstricción, aceleración del ritmo cardíaco, variaciones del ritmo respiratorio, transpiración, o al producirse placer la vasodilatación, el relajamiento muscular. Lo que ya sabemos de la organización nerviosa nos permite comprender que determinadas necesidades quedan enlazadas al más primitivo cerebro reptiliano. Responden a la saciedad de los instintos. Otras quedarán ligadas a los automatismo, al funcionamiento del cerebro de los viejos mamíferos. Pero es importante hacer notar que la necesidad está íntimamente ligada a la noción de propiedad. La noción de territorio, la propiedad del Hueso, se halla profundamente engarzada en nuestro cerebro reptiliano. Es indudable que la noción de territorio está enlazada con la necesidad de asegurar el alimento. La estrategia instintiva ha reunido desde el origen , al nivel de los centros hipotalámicos, la regulación del hambre, de la sed y de la agresividad. Agresividad que por medio de la lucha en el seno del territorio, y la huida fuera del mismo, asegurará el aprovisionamiento alimentario, o sea, la satisfacción de la necesidad de substratos energéticos. Territorio, éste, preciso y necesario también para la reproducción y el aprendizaje inmediato de las crías, y fenómenos todos estos hipotalámicos, necesarios en la supervivencia inmediata. La noción de propiedad posee, sin duda, en el hombre idénticos mecanismos fundamentales, pone en juego los mismos centros nerviosos, los más instintivos, a menos que los automatismos adquiridos, al no haber permitido que se haga sentir una necesidad y estando así colmado el deseo, hayan inhibido la pulsión. Puede decirse que la noción de propiedad ha salido, directamente del instinto sexual. El otro sexo es la primera posesión humana, y de ella derivan todas las demás: las del suelo, la del espacio construido, la de los objetos, la de los medios de intercambio. La propiedad corresponde esencialmente a las facultades agresivas de nuestro cerebro reptiliano, a nuestro hipotálamo primitivo favorecido por el ambiente o medio social donde hemos nacido, y por los automatismos, los juicios de valor, que hayan grabado y programado en nuestro sistema límbico . Es entonces la NEOCORTEZA o NEOCORTEX, el cerebro que nos hace verdaderamente "humanos". Su desarrollo tiene que ver con todo un proceso formativo, educativo y de disciplinamiento de los cerebros más primitivos por parte del cerebro superior o neocerebro, para que todo lo que hagamos o planificamos pase por el análisis, la ponderación, o el filtro de la razón y la inteligencia humana. Para alcanzarlo debemos apostar a la educación, a una verdadera educación que apunte al conocimiento de las emociones, de los sentimientos, de los valores humanos que han sido a través de los siglos el sustento de nuestra permanencia en este planeta.

El Dr.Eduardo Punset ha escrito hace pocos meses: NECESITAMOS MENOS IDEOLOGÍA Y MÁS EDUCACIÓN EMOCIONAL.. http://www.eduardpunset.es/blog/?p=178

Tarea algo compleja en nuestra civilización actual donde la violencia y la justificación de la misma se extiende por muchos lados, una muestra más del predominio de nuestro cerebro límbico-selvático sobre el cerebro racional. Este es el problema mayor en este proceso evolutivo de las especies, y es que al ser conservadora, mantiene en cada uno de nosotros los tres cerebros, el reptiliano, el selvático-mamífero y el humano, y potencialemente la función de cada uno de ellos es predominar sobre los otros.


Fuente: http://drgeorgeyr.blogspot.com/2009/08/las-3-etapas-evolutivas-de-nuestro.html

Ver también el daño emocional habitualmente no viene desde afuera, sino que se gesta y desarrolla dentro de nosotros mismos: http://drgeorgeyr.blogspot.com/2009/06/el-dano-emocional-no-viene-de-terceros.html

Conceptos extraídos de la publicación de Josep Antequera en: http://www.eumed.net/libros/2005/ja-sost/4a.htm Publicado por Dr.Jorge de Paula en sábado, agosto 15, 2009

y vamos por mássss