Las bases biológicas del cerebro altruista

Según la Real Academia Española, la palabra altruismo proviene del francés "altruisme" y designa la diligencia en procurar el bien ajeno aun a costa del propio. Pero esta no es la única definición, pues también puede significar dar y tener en cuenta a los otros sin la necesidad de dejarse uno de lado, y otras, dar y esperar que los demás recuerden nuestras acciones para que en algún momento nos devuelvan el favor si lo necesitamos (altruismo reciproco).

A través del altruismo reciproco, los animales pueden decidir a quienes dar o no sus favores, decidiéndose según los últimos comportamientos de los individuos de su grupo. Niegan favores a los que engañan y recompensan a los honestos.

Más allá de las diferencias antes expuestas, y las variables
de la definición, no queda lugar a dudas de que ser altruista es algo muy valorable y reconocido por todos, motivo por el cual los científicos han decidido buscar en el cerebro los motivos biológicos de este comportamiento.



Una de las investigaciones realizadas que arrojo resultados muy interesantes, fue la llevada a cabo en el Centro Médico de la Universidad Duke, en Carolina del Norte, por la investigadora que Dharol Tankersley y por Scott A. Huettel, neurólogo del Centro de Imágenes y Análisis del Cerebro en el Centro Médico de la Universidad Duke), y su grupo de colaboradores.

El estudio consistió en solicitar a 45 participantes que realizaran dos acciones, una era jugar un videojuego y la otra mirar la pantalla de la computadora mientras esta realizaba sola el mismo videojuego. A la par se monitoreaban a través de resonancia magnética funcional por imágenes (RMFI), los cerebros de todos los participantes (con este sistema se pueden medir cambios en los niveles de oxígeno y estos indican la actividad celular cerebral).
Cada persona a su vez elegía una institución benéfica a quien ayudar, pues en las dos situaciones, al ganar se generaba dinero para estas organizaciones.

Los investigadores descubrieron que una zona del cerebro que se activa cuando la mente está intentando imaginar relaciones sociales, el surco temporal superior posterior estaba profundamente relacionado con las probabilidades de conducta altruista en cada persona y esta región veía aumentada notablemente su actividad cuando los individuos percibían una acción, como lo era ver jugar a la computadora, que cuando actuaban ellos mismos.
A través de este estudio, los investigadores pudieron dividir a los participantes como más o menos altruistas, de acuerdo con sus respuestas a las preguntas sobre cuántas veces se habían involucrado en diversos comportamientos de ayuda, y compararon las exploraciones del cerebro de los participantes, con su nivel estimado de comportamiento altruista.
Este trabajo permite considerar que la capacidad de poder percibir como valiosas las acciones de otra gente y que otros valoren las nuestras, es fundamental para el altruismo.


Indudablemente estas investigaciones son una gran contribución para comprender mejor a las personas con autismo o comportamiento antisocial, pero también para todos pues si nuestra UCCM (unidad cuerpo cerebro mente) valora estas conductas es porque gracias a ellas hemos podido llegar hasta nuestros días en grupo y no individualmente. Además nos muestra lo importante que es para nosotros el confiar, dar y recibir ayuda de los otros, algo que se recompensa fuertemente en el cerebro y nos puede hacer mejores seres humanos.


Fuente : http://www.asociacioneducar.com/newsletter/julio2008/revista.php#c

y vamos por mássssssss