La Iluminación - Según Enrique Barrios….

¿Por qué existen las religiones, la espiritualidad, el esoterismo?

Porque en algún tiempo el hombre fue bueno; digamos que era natural, como las cebras y las aves, aunque más inteligente y más consciente que ellas. Y de pronto algo espantoso pasó, tuvo terror de su semejante y se transformó en una entidad asesina, fraticida, despiadada y cruel.

Alí surgieron los caminos místicos, para indicar vías de regreso a la bondad original, para ayudarle a salir de la desnaturalización que padece. Y como los hombres son diferentes entre sí, diferentes caminos de regreso hay para ellos.

Según la Biblia, algún error o pecado cometieron nuestros antepasados, y como resultado “caímos del Paraíso”. La serpiente, el Mal, les engañó, les sedujo con mentiras, se apartaron de lo que debe ser, y aquí estamos.

Desde entonces nos da vergüenza andar desnudos, porque antes de la caída éramos inocentes, naturales, y no veíamos ningún mal en el cuerpo humano ni en la sexualidad.
Desde entonces tenemos que ganarnos la vida con gran esfuerzo, cosa que antes no.
Desde entonces las mujeres paren con dolor.
Y desde entonces tenemos prohibido el acceso al Paraíso y sus maravillosos frutos, como el Árbol de la Vida, y el del Conocimiento.

Todo ello es simbología, por supuesto, una forma novelada de explicar misterios de la vida desde un punto de vista espiritual.

Desde esa óptica, “iluminarse” es simplemente volver a ser normales como las ballenas y los delfines, como los hombres naturales de ciertos pueblos que han existido, y aún existen algunos en retiradas regiones no todavía tocadas por el “progreso”.

Si somos hijos de la Naturaleza, la más favorecida de las especies en inteligencia y consciencia además, no podríamos ser menos que los lirios del campo, pero la gran mayoría nos caímos del Paraíso y entramos en una pesadilla de terror en la que nos parece que nuestro semejante es nuestro peor enemigo, y nuestro miedo nos hace tener contemplaciones cero con él; y como el otro teme y piensa exactamente lo mismo acerca de nosotros, la pesadilla se convierte en realidad.

Y aquí estamos, fuera del Paraíso Terrenal, en la pesadilla, la deformación, la desnaturalización.
Soñando todos juntos la misma pesadilla, transformándola en una realidad colectiva.

Toda la historia de nuestra deformada especie ha sido matar y más matar; guerras, invasiones, genocidios, esclavitud, tortura y muerte.
Y todo eso es desnaturalización, pesadilla, deformación, terror.


Y toda nuestra mal llamada civilización, con sus sistemas de organización, con sus divisiones, con sus leyes, con sus enormes gastos en capacidad bélica, con sus bajos gastos en educación y salud, con diferencias tan extremas entre países y personas ricas y pobres, con sus películas y comidas basura, con sus propagandas y programas de televisión deformantes, incitando a más violencia y más destruir al otro, todo eso es producto de nuestra deformación, de nuestro terror, de la pesadilla en la que estamos metidos, creyendo que es realidad, cuando no es más que un mal sueño colectivo.

Nuestra civilización tiene una marca de nacimiento en la frente: “Miedo al otro”. Y aquello que nos produce temor queremos eliminarlo.

¿Y si de pronto todos despertasen de golpe, colectivamente?...

El soldado arrojaría lejos el arma.
El explotador enrojecería, pediría disculpas y buscaría cómo reparar el error.
El religioso comprendería que el sentido superior de toda espiritualidad es el Amor, y lo convertiría en su Guía.
El delincuente lloraría al recordar ciertas cosas, y enderezaría su corazón.
El rencoroso perdonaría.
El envidioso comenzaría a alegrarse por el bien ajeno.
El ambicioso comprendería que no le hacía falta tanto como pretendía, que eso era parte de la pesadilla, y su impulso hacia conseguir grandezas para sí mismo, lo reencauzaría hacia grandes conquistas para el bien de todos.

Y nadie podrá comprender cómo es que estuvo tan loco durante tanto tiempo, si siempre amó al otro, por eso lamentaba el sufrimiento de algunos, animales incluidos, y se alegraba cuando alguien superaba sus males, incluso un desconocido.
Y se emocionaba cuando en un film, un amor nacía.
Y sufría un poco cuando se rompía.
Porque amaba al otro, al semejante, y privilegiaba el Amor, sólo que no se había dado cuenta, porque estaba sumido en una pesadilla.

Pero “Iluminación”, “Salvación”, “Paraíso”, “Edén”, “Nirvana”, “Satori”, “Samadhi”, “Reino de los Cielos”, todo eso significa en realidad algo muy simple: Salir de la pesadilla y volver a ser una persona natural, como la Naturaleza nos hizo; y ya no más un ser deforme de alma.


© 2009 Enrique Barrios
Puede reenviarse y publicarse sin fines comerciales, sin omitir estas líneas.
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Pd: feliz cumple virginianos !ojo que sigue retro mercurio en su signo .....

y vamos por másssssss